Crear un lugar de trabajo verdaderamente inclusivo para las mujeres

La gran noticia es que hay muchas cosas que tu empresa puede hacer para mover realmente la aguja de la igualdad.

Un área importante de atención debe ser la salud. La Organización Mundial de la Salud y McKinsey han publicado recientemente un informe que demuestra que, a pesar de vivir más tiempo, las mujeres pasan un 25% más de su vida con mala salud. También se constató que abordar la brecha sanitaria de las mujeres podría impulsar potencialmente la economía mundial en más de un trillón de dólares anuales de aquí a 2040.

Sabemos que la medicina y la atención médica suelen estar diseñadas para hombres, por hombres, y que los problemas de las mujeres, como la menstruación y la menopausia, se pasan catastróficamente por alto. Por ejemplo, los CDC afirman que cuatro de cada cinco muertes relacionadas con el embarazo en Estados Unidos son evitables y que las mujeres negras tienen casi tres veces más probabilidades de morir por una causa relacionada con el embarazo que las mujeres blancas. Mediante la prestación equitativa de prestaciones sanitarias, las empresas pueden contribuir a reducir la brecha.

Por supuesto, los problemas de la mujer no son sólo reproductivos, y hay muchas otras cuestiones sanitarias que las empresas deben tener en cuenta, como los cánceres de cuello de útero, de ovarios y la artrosis. Dado el alarmante número de mujeres estresadas en el trabajo, el apoyo a la salud mental también debe ser una prioridad.

Puede ser difícil saber por dónde empezar, pero adoptar un enfoque proactivo, adaptado para satisfacer las necesidades de las empleadas, podría mejorar el rendimiento, la atracción y retención del talento, y reducir los índices de absentismo por enfermedad.

Las áreas clave a considerar incluyen:

• Asistencia relacionada con la menstruación
• Una mejor educación significa que si una empleada experimenta un problema con sus periodos, como calambres dolorosos o una enfermedad como el síndrome de ovario poliquístico, puede acceder a asistencia médica lo antes posible. A menudo es necesario acudir a un especialista para diagnosticar estas afecciones, y el seguro médico privado puede acelerar este proceso
• El apoyo al bienestar, desde la salud mental hasta los descuentos en gimnasios, puede ayudar a combatir el síndrome premenstrual, así como a controlar otras enfermedades

La infertilidad o la dificultad para concebir pueden deberse a una serie de problemas de salud, como el síndrome de ovario poliquístico (SOP), los fibromas, la endometriosis y la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP). Muchas de estas afecciones son comunes y tienen otras complicaciones que pueden afectar al bienestar y al rendimiento laboral. Las mujeres también pueden buscar tratamiento de fertilidad para concebir en una relación lésbica, como madre soltera por elección o como madre de alquiler.

Hay muchas medidas prácticas que se pueden tomar para ayudar a las mujeres a superar los problemas de fertilidad, las afecciones relacionadas, el embarazo y la maternidad.

Entre ellas se incluyen:

• Revisar las pólizas de seguro médico privado existentes y estudiar la posibilidad de ofrecer ayudas financiadas por el empleador
• Ofrecer un permiso de maternidad remunerado
• Permiso por aborto involuntario
• Ofrecer trabajo flexible
• Permitir tiempo libre para acudir a citas que pueden tener que ser a horas específicas y con poca antelación
• Remisión a redes de apoyo y organizaciones benéficas
• Organizar formación para los superiores jerárquicos

Las mujeres pueden empezar a experimentar signos de perimenopausia a edades diferentes, a menudo a partir de los 40 años, pero a veces a mediados de los 30. Algunas pueden experimentar efectos importantes, como depresión u osteoporosis causada por el debilitamiento de los huesos al cambiar los niveles hormonales.

Según un informe, las mujeres que tienen la menopausia entre los 50 y los 55 años se toman una media de dos meses de baja laboral a causa de los síntomas, mientras que las que experimentan una menopausia precoz (antes de los 45) se toman cuatro meses de baja.

Ayuda comunicando y concienciando a las mujeres para que sepan que se encuentran en un entorno laboral que las apoya. Asegúrate de que tus superiores jerárquicos han recibido la formación adecuada y conocen las organizaciones a las que puedes remitir a tus empleadas.

Hacer frente al estrés es otro paso clave que puedes dar para minimizar el impacto en tu empresa. Los programas de asistencia a los empleados (PAE) también pueden ser muy útiles, ya que ofrecen asesoramiento, información y orientación confidenciales las 24 horas del día.

Hacer pequeños ajustes en el entorno de trabajo puede mejorar la salud y ayudar a disminuir los síntomas de la menopausia. Por ejemplo, un equipo diferente y ventiladores de escritorio también pueden ser útiles. La asistencia médica también puede ser clave. Por ejemplo, es posible incluir la terapia hormonal sustitutiva (THS) en la cobertura de los seguros médicos privados. Una mayor flexibilidad laboral también puede marcar la diferencia.

El tratamiento del cáncer puede afectar gravemente a la salud, el bienestar y la capacidad laboral. Los efectos secundarios más comunes son náuseas, fatiga, diarrea, estreñimiento, infecciones, alopecia, anemia, problemas de fertilidad, dolor, problemas de sueño, problemas de memoria y concentración, y problemas de vejiga e intestinos. Someterse a un tratamiento contra el cáncer también puede significar volverse clínicamente muy vulnerable a enfermedades como el Covid-19 y también puede tener un importante impacto emocional en la persona.

Los días nacionales de concienciación pueden servir para recordar a las empleadas la importancia de autoexaminarse y acudir a las revisiones, mientras que los actos internos, los seminarios web y la formación sobre los cánceres femeninos también pueden ayudar a la detección precoz.

El Seguro de Continuidad Salarial significa que un empleado puede recibir un pago único por traumatismo en el momento del diagnóstico, recibir prestaciones diarias si está hospitalizado y percibirá un porcentaje de su salario (normalmente el 75%) mientras esté incapacitado para trabajar. El seguro de vida colectivo significa que las personas dependientes de tu empleado recibirán una cantidad fija en caso de fallecimiento. Todo ello reducirá el estrés financiero que suele acompañar a un diagnóstico de cáncer y dará a tu empleada mayor tranquilidad en un momento muy difícil de su vida.