ICAIB
Ilustre Colegio de Abogados de las Islas Baleares

Alguna vez alguien te había hablado de las coberturas públicas a las que como trabajador/a tienes derecho?
Si alguna vez habías tratado de este tema con un experto estarás familiarizado con la terminología.
La previsión social pública es la que todos conocemos. Como trabajadores cotizamos a la Seguridad Social para que nos dé una serie de prestaciones como son:
- la asistencia médica
- una prestación económica en concepto de incapacidad laboral transitoria que percibimos cuando estamos de baja
- la indemnización por incapacidad parcial
- la prestación por incapacidad profesional total y permanente
- la indemnización por invalidez absoluta
- las prestaciones de viudedad y orfandad en caso de fallecimiento
- la dependencia
- la jubilación
- Mutua de la Abogacía
- Alter Mutua
Es útil pensar en estas coberturas como seguros sociales para:
- los riesgos presentes, también llamados riesgos “corrientes”
- los riesgos futuros
Por riesgos ”corrientes” no nos referimos a que sean comunes o vulgares, el término “corriente” hace referencia a que son “actuales” que pueden suceder ahora
Nos referimos a riesgos como un accidente o una enfermedad que puede sobrevenir esta tarde, mañana o el mes que viene y que te impidan trabajar… con el subsecuente problema económico que eso supondría en tu economía
Mientras que, por riesgos futuros nos referimos a la pérdida de capacidad económica al llegar la jubilación
Es posible que percibir solo la prestación pública suponga un problema para la estabilidad de tu economía
Sabemos que tenemos uno de los mejores sistemas públicos de Seguridad Social, pero aún y así aconsejamos a nuestros clientes cumplimentar el nivel de coberturas públicas con un plan de coberturas privadas para garantizar la estabilidad económica en caso de que una enfermedad o accidente te incapacitara para trabajar y te impidiera ingresar tu salario
¿Cómo mantener una Posición Financiera libre de riesgo?
Si observamos el gráfico, vemos dos momentos en el que nuestra posición monetaria disminuye de forma considerable:
Neutralizar el Riesgo Presente
El primer gran bajón que sufre nuestra posición monetaria neta nos lleva a unos años de déficit financiero o lo que es lo mismo, a una posición monetaria neta negativa.
En este periodo, es necesario un Plan Personalizado de Previsión Personal/Familiar a la justa medida de tus necesidades económicas que te guarde las espaldas. Con este instrumento aseguras el capital o renta en caso de fallecimiento o incapacidad, garantizando a los beneficiarios de la póliza el pago de la prestación económica que neutralice el riesgo económico.
Nuestra estrategia financiera debe contar con coberturas de vida-riesgo (Incapacidad, Viudedad, Orfandad) en combinación con las pólizas de accidentes, baja laboral y dependencia ya que con estos instrumentos se neutralizaría tu déficit financiero.
Planificar tu economía para el Riesgo Futuro
El segundo bajón que sufre nuestra posición financiera es en la etapa de la jubilación. Sin embargo, como podéis observar en el gráfico, esta disminución de ingresos nos deja en una posición financiera neta que sigue estando en superávit.
Ahora, si uno está acostumbrado a tener un cierto nivel de vida y no quiere disminuirlo, la Planificación Financiera será la herramienta fundamental para organizarse y seguir manteniendo una buena posición financiera en el futuro. Y es que las decisiones que tomemos durante nuestra vida laboral respeto a la jubilación nos afectarán cuando llegue el momento.
Para planificar contamos con el conocimiento de asesores especializados y herramientas tecnológicas con la que generar un perfil de riesgos individual.