Noticias

Nuevo Informe: Herramientas de seguros y gestión de riesgos para la agricultura en la UE

Published

Tiempo de lectura

Lee los resultados y recomendaciones elaborados por Howden para el informe de referencia del Banco Europeo de Inversiones y la Comisión Europea

  • 60.000 millones de euros en riesgos catastróficos para la agricultura de la UE provocados por la sequía, que podrían alcanzar los 90.000 millones en 2050, amenazando los precios al consumidor, la seguridad alimentaria y las economías rurales.
  • El informe pone de relieve la brecha de protección aseguradora, con los agricultores asumiendo entre el 70 % y el 80 % de todas las pérdidas agrícolas relacionadas con el clima, lo que a menudo obliga a los gobiernos a proporcionar ayudas financieras no presupuestadas.
  • Las recomendaciones incluyen mecanismos de protección financiera como bonos catastróficos, reaseguros y fondos mutuos de riesgo, además de medidas de adaptación a todos los niveles para proteger la seguridad alimentaria de Europa.

Howden, el grupo internacional de intermediación (re)aseguradora, presenta hoy los resultados y recomendaciones que ha elaborado para el informe de referencia “Herramientas de seguros y gestión del riesgo para la agricultura en la UE”, publicado por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y la Comisión Europea. Este innovador análisis revela que el sector agrícola europeo pierde una media de 28.000 millones de euros al año debido a fenómenos meteorológicos adversos, y que las pérdidas podrían superar los 40.000 millones de euros anuales en 2050 si continúan los actuales niveles de emisiones.

El estudio ofrece la evaluación financiera y basada en riesgos más detallada y coherente realizada hasta la fecha sobre cómo el cambio climático está afectando a la producción agrícola en los 27 países de la UE, y plantea recomendaciones urgentes. Es la primera evaluación financiera a escala europea del impacto de los riesgos climáticos sobre los rendimientos agrícolas presentes y futuros, abarcando múltiples amenazas, mediante métricas clave como la pérdida media anual (AAL) y la pérdida máxima probable (PML).

Principales conclusiones:

  • Las pérdidas anuales medias actuales por riesgo climático (sequía, precipitaciones, granizo y heladas) equivalen al 6,4 % de los rendimientos agrícolas de la UE, superando el 10 % en los peores años.
  • Para 2050, en un año catastrófico, las pérdidas agrícolas y ganaderas en toda la UE podrían superar los 90.000 millones de euros, lo que supondría un aumento del 40 % impulsado por el cambio climático.
  • La sequía representa más del 50 % del total de pérdidas agrícolas y es la mayor amenaza en todas las regiones de la UE.
  • Los datos a nivel UE ocultan importantes diferencias entre países. En las próximas décadas, las pérdidas catastróficas podrían alcanzar los 20.000 millones de euros solo en España e Italia, mientras que las economías más pequeñas de Europa Central y Sudoriental podrían registrar pérdidas agrícolas superiores al 3 % de su PIB en años de pérdidas extremas.
  • Las pérdidas por heladas aumentarán a medida que se intensifique el calentamiento global, ya que la brotación y floración anticipadas de viñedos y frutales provocarán mayores daños por heladas primaverales en cultivos de alto valor como la uva y la fruta. Al mismo tiempo, las tormentas más frecuentes e intensas incrementarán las pérdidas por granizo e inundaciones.
  • Las pérdidas crecientes por eventos más pequeños pero frecuentes ejercerán mayor presión sobre los rendimientos y beneficios de los agricultores, reduciendo los años “buenos” en los que generar o mantener reservas.

La brecha de protección aseguradora:

Solo entre el 20 % y el 30 % de las pérdidas climáticas están aseguradas a través de sistemas públicos, privados o mutuos, incluyendo los mecanismos de la Política Agrícola Común (PAC). Estos promedios esconden grandes desigualdades en la protección aseguradora de cultivos y ganado entre los Estados miembros, con muchos casos en los que la cobertura es inexistente.

El estudio concluye que la protección preestablecida, a menudo respaldada por subsidios públicos planificados, es mucho más eficaz para los agricultores y sus financiadores que los rescates gubernamentales no planificados e imprevisibles.

Recomendaciones:

Para reducir el riesgo sistémico y limitar los impactos económicos en las comunidades agrícolas y las finanzas públicas, el informe recomienda:

  • Estandarizar y mejorar los datos para optimizar la gestión de riesgos.
  • Adoptar a nivel europeo mecanismos avanzados de transferencia de riesgos, como bonos catastróficos y acuerdos público-privados de reaseguro.
  • Implementar medidas de adaptación climática escalables.

El informe aconseja que la UE siga el ejemplo de otros bloques regionales y gobiernos ampliando el uso de reaseguros y bonos catastróficos para proteger sus presupuestos y contar con fondos de respuesta rápida preestablecidos en caso de desastre, lo que permitiría una recuperación más ágil para las comunidades agrícolas.

Además, una adaptación a gran escala será clave para mantener la viabilidad de los seguros subvencionados a medida que aumentan los riesgos, especialmente en las zonas no aseguradas que sufren pérdidas frecuentes. Las políticas deben reforzar la resiliencia climática tanto a nivel de explotación como regional para garantizar la asegurabilidad futura.

Luigi Sturani, CEO de Howden Europa, declaró: “La volatilidad climática está ejerciendo una presión creciente sobre los agricultores y, en última instancia, sobre los consumidores. Este informe es una clara llamada a la acción para que la agricultura europea y los gobiernos locales se adapten. Formas más sólidas de financiación climática y una cuantificación coherente del riesgo son esenciales para acelerar la adaptación y garantizar la asegurabilidad futura de este sector clave.”

Massimo Reina, CEO de Howden Re International, añadió“Estamos viendo un creciente interés por parte de reaseguradoras globales y de los mercados de capital  para apoyar la resiliencia agrícola de la UE. Mecanismos financieros innovadores como los bonos catastróficos y los fondos de riesgo compartido pueden proporcionar a los agricultores, gobiernos y a la UE las herramientas necesarias para atraer capital privado y compartir riesgos, contribuyendo a proteger nuestros sistemas alimentarios.”

Gelsomina Vigliotti, vicepresidenta del BEI, señaló: “Los riesgos relacionados con el clima son una fuente creciente de incertidumbre para la producción alimentaria. Mitigar estos riesgos mediante seguros y mecanismos de transferencia es esencial para respaldar las inversiones de los agricultores europeos. Las conclusiones de este análisis guiarán nuestra acción futura a medida que reforzamos el apoyo a la resiliencia del sistema agrícola de la UE.”

El informe fue encargado por la Dirección General de Agricultura de la Comisión Europea y elaborado por EIB Advisory, en el marco de la plataforma fi-compass, con el modelado, interpretación y recomendaciones a cargo de Howden y RiskLayer GMBH del Instituto de Tecnología de Karlsruhe. Entre los autores principales figuran la Dra. Ana González Pelaez (Howden), el profesor James Daniell (Risklayer) y Rowan Douglas (Howden).