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Howden evalúa los principales retos de los festivales de música en España: los riesgos climatológicos

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Con el verano llegando a su fin y los últimos acordes resonando en los escenarios, España despide otra intensa temporada de festivales. Este año, como en los anteriores, el país ha superado la cifra de 1.000 festivales, duplicando los que se celebraban en 2010. Sin embargo, junto al crecimiento del sector, también se intensifica un desafío cada vez más presente: los riesgos climatológicos.

Según Howden Iberia, uno de los cuatro mayores brókeres de seguros en España, en nuestro país se celebran cada vez más festivales; en 2010 se realizaban menos de 500, mientras que hoy en día la cifra ya supera los 1.000. En este sentido, el riesgo de cancelación de eventos, principalmente por motivos climatológicos, se ha convertido en el principal desafío de los organizadores y las aseguradoras.

La incertidumbre provocada por las cuestiones climatológicas, como las danas, cada vez más extremas, frecuentes y extensas, provocan un alto grado de cancelaciones e incrementa la preocupación en el sector. Además de ser un riesgo real que impacta tanto en la planificación como en la economía de estos eventos.

Impacto económico

La respuesta del sector ha sido avanzar en la profesionalización y en la contratación de seguros específicos. Hoy en día, prácticamente todos los promotores son profesionales y, según expertos de Howden Iberia, la inversión en primas aseguradoras alcanza los 10 millones de euros anuales, con una siniestralidad aproximada de 5 millones. El coste promedio de los siniestros por condiciones climatológicas ronda los 2,5 millones de euros muy por encima de otras causas, que no llegan al millón de euros.

Aunque los promotores cuentan con un plan B para los aplazamientos, en ocasiones resulta insuficiente ante situaciones meteorológicas extremas, que se escapan del control de todos. Según Martina Aldaya, responsable de entretenimiento de Howden Iberia: “la cancelación total por climatología adversa es muy difícil que se dé, hablaríamos de gastos adicionales para salvar el festival y no cancelarlo. En este caso, sería un 50%.”

En los festivales de mayor tamaño, donde el presupuesto lo permite, se invierte en equipos más robustos y resistentes al agua, minimizando riesgos para evitar la cancelación total y recurriendo solo a gastos extraordinarios para salvar el evento. Tal y como afirma Martina, “el negocio del entretenimiento en España es serio, y los equipos trabajan muy bien. Los incidentes relacionados con estructuras o producción son prácticamente inexistentes. El verdadero reto ahora es el clima”.

Por ejemplo, festivales como el Primavera Sound Madrid o el Medusa Festival, se han tenido que enfrentar a la suspensión de sus eventos por vientos huracanados que evidenciaron la urgencia de equipar mejor sus respectivas infraestructuras. 

A pesar del panorama desafiante, el negocio del entertainment en España mantiene unos estándares elevados en producción y estructura, con incidentes prácticamente inexistentes en estas áreas, gracias a la calidad de los profesionales y las inversiones realizadas.

Hacia una mayor colaboración

Como iniciativa futura, el sector asegurador apuesta por una mayor colaboración entre organizadores, aseguradoras y municipios, para reducir riesgos. “Queremos tener más información, estar más involucrados en las producciones desde el principio y premiar a quienes hacen bien las cosas”, afirma Martina Aldaya.