El último informe climático de Howden destaca la necesidad de contar con seguros para proteger el valor de los activos y el crecimiento económico.

A medida que se intensifican las crisis climáticas y se endurecen los criterios de suscripción, el informe explica que la asegurabilidad ya no es solo una cuestión transaccional, sino una prioridad estratégica. Para los gobiernos, las empresas y los inversores, la capacidad de garantizar un seguro asequible y adecuado se está convirtiendo en un factor determinante para la disposición a invertir, la continuidad operativa y la credibilidad de las políticas. 

El informe presenta el Marco de Asegurabilidad Climática de Howden, que ayuda a los líderes a evaluar y mejorar la asegurabilidad a través de cuatro palancas fundamentales: modelización de riesgos, gestión de riesgos, distribución de riesgos y políticas públicas y regulación.

También presenta lecciones aprendidas de crisis históricas de asegurabilidad, desde los seguros contra incendios del siglo XIX hasta los riesgos catastróficos modernos, y ofrece un estudio de caso sobre la agricultura europea y la resiliencia soberana.

Rowan Douglas, director ejecutivo de Riesgo Climático y Resiliencia de Howden, afirmó: «Estamos entrando en una nueva era en la que las señales de los seguros determinan los resultados económicos. Me complace que hoy presentemos nuestro Marco de Asegurabilidad para ayudar a nuestros clientes a utilizar las señales de los seguros para navegar por su transición y obtener una ventaja competitiva. Este enfoque proactivo de los seguros tiene como objetivo optimizar el acceso continuo al capital de riesgo, la resiliencia y la inversión para hacer posible la transición».

Principales conclusiones de «The Insurability Imperative»:

• La asegurabilidad es un indicador prospectivo de la salud financiera. A medida que se intensifican los riesgos climáticos, los seguros se están convirtiendo en un sustituto de la gobernanza del riesgo, la transparencia de los datos y la resiliencia.

• Las señales de los seguros deben servir de base para la toma de decisiones a nivel directivo. El aumento de las primas, la retirada de coberturas o el endurecimiento de las condiciones no son solo ruido del mercado, sino indicadores tempranos de vulnerabilidad sistémica.

•  La resiliencia se está valorando cada vez más. Las aseguradoras premian cada vez más a las organizaciones que invierten en adaptación y demuestran una sólida gestión de riesgos. Estas acciones se reconocen no solo a través de las condiciones de los seguros, sino también a través del acceso al capital.

• Las políticas públicas deben apoyar la asegurabilidad. La regulación, la zonificación y las subvenciones deben estar en consonancia con la ciencia climática. Cuando no lo están, socavan tanto la cobertura privada como la resiliencia pública.

• La asegurabilidad puede verse influida, pero esto requiere capacidades. Los líderes deben desarrollar una fluidez interna en la lógica de los seguros, colaborar desde el principio con los corredores y las aseguradoras, y crear conjuntamente soluciones para los riesgos y las tecnologías emergentes.

Una prioridad intersectorial 

Aunque los seguros se han considerado tradicionalmente una función de adquisición, el informe insta a las organizaciones a integrar la asegurabilidad en la planificación estratégica, las decisiones de inversión, la presentación de informes y la estructuración del capital.

«Mantener la asegurabilidad se está convirtiendo rápidamente en algo tan importante como mantener la calificación crediticia», afirma Isabelle Cadignan, directora comercial de Riesgo Climático y Resiliencia de Howden. «Los consejos de administración deben comprender que la asegurabilidad no es algo fijo, sino dinámico, moldeable y fundamental para acceder a capital asequible en la era climática».